En la falda de los Picos de Urbión, rodeado de bosques legendarios y ríos cristalinos. Donde el tiempo no tiene ninguna prisa. Desde pequeño empecé a trabajar con las manos, haciendo las cosas con dedicación, cariño y pasión.
Cuando realizas una obra, para mi, es un cumulo de sensaciones. Empiezas visualizando la obra, eligiendo la maderada orientación de sus vetas, buscado sus nudos, sus grietas, su ley. Interactuando con la pieza, tengo que convencerla de lo que quiero realizar.